Una protesta de camiones de volquetes colapsó el centro porteño
Bloquearon la avenida Belgrano a la altura de Bernardo de Irigoyen. Fue en rechazo a un bono que les empezaría a cobrar la Ciudad y por el traslado de una planta de descarga.
Decenas de camiones de los que se usan para trasladar volquetes protagonizaron una protesta que hizo colapsar este mediodía el tránsito en la 9 de Julio, en la mano que va a Retiro, y Bernardo de Irigoyen, entre las avenidas Independencia y Belgrano.
La protesta, llevada a cabo la Unión de Propietarios de Volquetes (UPV), provocó un extenso embotellamiento sobre la 9 de Julio y demoras en el tránsito de un amplia área del centro porteño.
La UPV se queja de que el Gobierno porteño, según dicen, pretende empezar a cobrarles un bono de 109 pesos (más IVA) por cada volquete que descarguen en los centros de transferencia.
Además, se quejan de que este fin de semana cerrará el centro de descarga de la avenida Varela, frente a la cancha de San Lorenzo, que es el que usan actualmente, y abrirá otro en la calle Zabaleta. Pero éste queda pegado a una villa y en una zona en la que los propietarios de volquetes califican de peligrosa.
Daniel Palermo, uno de los manifestantes le dijo a Clarín.com: "Ya han habido muchos robos, gente herida, es terrible ese lugar. Y el peligro está latente todo el tiempo".
Charly lleva 7 años arriba de un camión volquetero y se niega a descargar en la planta de Zabaleta. "Nadie nos preguntó si estábamos de acuerdo. Nos quieren mandar a la villa donde uno corre el riesgo de que lo maten por 20 pesos y un celular", se quejó. "Después se quejan de que descargamos en cualquier parte", agregó.
"Los muchachos que van de noche a descargar son los que están más en riesgo. Te pueden sacar lo único que tenés, que llevás algo de plata para el gasoil, por si se te pincha una rueda, para comer algo. Te pueden sacar 20 pesos y te pegan un tiro. La nueva planta está en una zona más insegura. Nadie quiere ir. Por eso estamos protestando", explicó Francisco, otro volquetero.
Con respecto al bono, los dueños de los volquetes dicen que el problema no es con las grandes obras que usan los volquetes sino con los particulares, a los que, afirman, les cobran una tarifa de alrededor de 200 pesos por día, por lo que el pago que pretende el Gobierno porteño implicaría una suba de alrededor del 50%.